UXUE BENGOA

Me gusta cuando dices

Me gusta cuando dices "tengo tantas ganas de follarte", me suena a gloria, creo que es algo más que...

Me gusta cuando dices “tengo tantas ganas de follarte”, me suena a gloria, creo que es algo
más que follar. Me gusta porque sale de tu boca. Quiero que me folles, quiero que tu polla me
acaricie por dentro. Quiero hacerte perder la cabeza. Quiero estar en tu cama, sentirte en
mitad de la noche, quiero que me beses en la oscuridad y me despiertes con tus labios. Quiero
que tus manos me agarren, que te hundas entre mis pechos, que los muerdas, que te metas
entre mis muslos con ansia, que entres dentro de mí y no quieras salir, que te mojes y te
vacíes. Y que, aunque al final tengas que irte, que te duermas a mi lado y sepas que a la
mañana siguiente cuando te despiertes te la volveré a poner dura y me subiré encima de ti. No
sabías lo que quería de ti, apréndelo, quiero tu tiempo. No todo, solo cierto tiempo. Quiero
que seas tú. Ya sabes, a tu aire…


Cuando llegue a casa al final del día, sólo quiero verte y hablar contigo. Verte es suficiente para
mí. Me ducho y cenamos.
Hoy cuando llegué a casa estabas hablando por teléfono, creo que con algún conocido. Pasé
junto a ti para dejar mi bolso y quitarme el abrigo. Estabas de pie con el teléfono pegado al
oído.


Me acerco a ti, mientras hablas te beso en el cuello, lentamente te cojo la cara y te beso
ligeramente en los labios, mientras escuchas, me miras. No, no voy a parar. No cuelgues. Te
beso un poco más, abres la boca y encuentro tu lengua, juego con ella. Creo que voy hacia el
sur. Mi mano toca tu entrepierna, te estremeces. Me agacho y te bajo la cremallera, mi mano
busca oro. Te desnudo un poco más, te he sacado, creo que estás perdiendo el control. No
cuelgues.


Ya sabes que me gusta cómo brilla, tan blanca, bastardo irlandés. Paso mi lengua sobre mis
labios, húmedos los acerco y te beso, te rozo, los abro y los cierro sobre ti. Es como un
caramelo. Mis labios se deslizan sobre ti una y otra vez. No podías más y ya has colgado, tu voz
temblaba. Tu mirada baja hacia mí, tocas mi cabeza y metes tus dedos entre mi pelo. Sigo
comiéndote a besos, te lamo y te degusto. Me levanto pero sigo agarrándote con mi mano
izquierda y te beso en la boca. Tu respiración me dice que ya no puedes más, me besas, me
muerdes, me abres la camisa con prisa, me sacas los pechos y los agarras. Metes tu otra mano
bajo mi falda, entre mis muslos, ya estás dentro de mis bragas. Me das la vuelta y me apoyo
sobre el respaldo de un sillón. Me muerdes la nuca mientras por detrás agarras mis tetas. Ya te
noto hurgando, me inclino un poco y tú terminas de doblarme, me abres las piernas y te
metes. Ahí es donde te quiero, ese es tu sitio. Agárrame por las caderas, agárrame fuerte, no
tengas miedo de romperme y hacerme añicos, soy más dura de lo que crees. Así, sacúdeme, no
pienses en mí, solo sigue golpeándome, destrozándome. Me gusta sentirte sin aliento, sin
control alguno sobre ti. Te desesperas, ya vacío, te zambulles en mi nuca, ya te vienes abajo.
Me doy la vuelta y me besas, ya sereno. Ya te tengo de nuevo dentro de mí. Voy a subir a
ducharme y cenamos, ponme un poco de vino, elige tú. Me ha gustado este recibimiento, me
ha gustado sorprenderte, tú también me sorprendes. Sorpréndeme otro día.

en_USEnglish
Powered by TranslatePress

Menú