Me estoy terminando de arreglar para marcharme a trabajar. Termino de ajustarme el vestido, me subo las medias. Entras en el dormitorio, te gusta mirar cómo me visto y cómo me desvisto. Ahora te has apostado encima de la cama. Ya estoy casi lista, pero te acercas mientras me ajusto el cinturón del vestido, y me coges por detrás. Metes la mano debajo de la falda, ya estamos… Voy a llegar tarde. Pero me gusta, dejo que tu mano suba por mi pierna, y que llegue a mis bragas. Estás palpando mi entrepierna, muy suavemente, mientras me besas. Creo que sí que voy a llegar tarde, no pasa nada, me las arreglaré… Metes los dedos donde no debes, qué bien los usas… Me abrazas por detrás y nos miras en el espejo. ¡Cómo me haces retorcer! Me abres el escote, me sacas los pechos y con la mano izquierda los empiezas a tocar.
Empiezo a tocarte yo también. ¡Cómo me apetece! ¡Qué ganas me estás dando de desvestirme…, pero sigues hurgando. Ya estoy empapada y me estás manchando el vestido… Da igual… Tú también vas a llegar tarde…. ¿o qué planes tienes hoy?
Metes la cabeza en mi cuello, me subo por las paredes, ya vas a hacer que me corra…
Ya está. Me cambio y me voy corriendo.He podido arreglar mi mañana, no tenía nada importante a primera hora. A media mañana me da tiempo a descansar un rato y te whatsappeo. ¿Qué has hecho cuando yo me he ido? Me he ido a tu cajón de la ropa interior… ¡Qué ganas tengo de volver a casa!