Una larga cabellera es un gran estimulante sexual, sobre todo si es abundante y con aspecto natural (no demasiado trabajada quizás), sugiriendo naturalidad y libertad. He leído que un largo cabello de mujer algo salvaje es tan estimulante, cuando ella misma lo mueve o lo pasa a un lado o al otro de su rostro con la mano, es porque el movimiento está claramente ligado al acto sexual. Puede ser. El color o la textura del cabello son en sí mismos atractivos, algo que apetece tocar, apelan por tanto a los sentidos.
La preferencia por un color de cabello ─ si decimos que preferimos los hombres rubios o las mujeres morenas ─ creo que se puede considerar en mayor o menor medida fetichismo.