Algunos objetos relacionados con una vestimenta concreta o disfraces completos están muy incorporados a la “tradición” fetichista, mencionaré: uniforme de limpiadora, de profesora, policía, bombero, vaquero, y no digamos el de colegiala (obviemos los matices de pederastia que no queremos ni pretendemos, pero la fantasía siempre está ahí y estará. Lo importante es manejarla de forma sana.) Pensemos también en una mujer desnuda llevando solo un delantal. El disfraz sugiere reproducir una situación en la que se da rienda suelta a una fantasía que en la realidad sería más difícil llevar a la práctica y que precisamente por eso resulta más excitante (o por su prohibición). En el caso del delantal como prenda única, es el contrate entre la desnudez y la opuesta función del delantal. ¿Quién se pone a cocinar solo con un delantal? Pues ahí justamente está lo divertido y estimulante.
He mencionado algunos disfraces masculinos, pero puede haber otros. Disfraz de profesor ¿Decidme si un disfraz de profesor no puede ser un fetiche? Creo que claramente sí. Esto haría referencia a la fantasía adolescente de una chica con su profesor de colegio o universitario. A ver cuál es la mujer que dice que esto no es cierto.
Hay un disfraz que creo que tiene un lugar especial, y es disfrazarse del sexo contrario. Esto es muy estimulante para muchos, entre los que me encuentro. Hablaré de ello en el blog.