Hasta ahora he publicado un primer relato sobre un trío. Miento, ya cuento hasta tres.
Dicen que los tríos reavivan las parejas, de hecho, es una fantasía tremendamente recurrente tanto en mujeres como en hombres. Pero hay muchas formas de practicar un trío, me refiero al nivel de relación, estabilidad, y las expectativas que se tengan por ponerse a practicar sexo a tres.
Pueden revivir una pareja, pueden dinamitarla. El tema es muy complicado y las variables que se pueden dar también.
En mi primer relato el problema está resuelto. Ella quiere tener al mismo tiempo al hombre con el que se vio obligada a romper la convivencia por la inestabilidad de él. Para poner solución a ese deseo de ella, su pareja acepta y propone él mismo el trío. Los tres se conocen muy, muy bien, han trabajado juntos. Los dos hombres no se han tragado nunca el uno al otro, además de ser diametralmente opuestos, pero sin embargo ambos están en la biografía de ella en lugar destacado.
El llevar a cabo el trío es una forma en ese caso de poner punto final a la relación anterior, aceptar que quedó atrás dándose el gusto de estar con los dos hombres a la vez. Paraíso femenino. Y funcionó bien, en ese caso concreto. Cuando las cosas están tan claras y uno de los tres ya está de salida es fácil.
Los tríos son complicados, muy, muy estimulantes, pero no son un juego.
El hecho de que una pareja comparta cama con un tercero dinamita de raíz una cosa, sin que eso sea negativo, y es el sentido de posesión sobre el otro. La monogamia acaba de estallar por los aires. Incluso creo que basta la mera fantasía a dos de ese trío para que la posesividad se sienta mermada.
Volveré sobre el tema, da para muchísimo.
Me gusta mucho este artículo de El PAIS (ver link más abajo), muy completo, con referentes a los años 80 en España, películas que tratan el tema y a autores que han escrito sobre ello. Solo citaré esta frase del doctor Paul Jaonnides en su A guide to getting it on! (¡Una guía para montárselo!), que se menciona en el artículo: “Un trío revuelve las emociones de tres personas, en lugar de las dos habituales. El potencial de todo se incrementa, desde el nivel de excitación, hasta el grado de daño y de angustia”.
https://elpais.com/cultura/2012/03/09/actualidad/1331292737_290758.html